La invención consiste en el desarrollo de un procedimiento nuevo para llevar a cabo la síntesis de nanopartículas de óxido de silicio mediante la aplicación de ultrasonidos de alta potencia a una mezcla de precursores, obteniendo así nanopartículas estables de forma sencilla, rápida y económica. Los precursores empleados son tetraetilortosilicato, agua, etanol y amoníaco, actuando este último como reactivo catalizador del proceso.

La aplicación de ultrasonidos de alta potencia, considerada tecnología “verde”, supone una drástica reducción de los tiempos de síntesis del proceso con respecto a otras metodologías. De este modo, se pueden sintetizar nanopartículas de forma simple, rápida y barata con tamaños bien determinados y buena distribución de los mismos, mostrando una estabilidad de al menos 30 días.

Siguiendo una estrategia multivariante, la realización de un diseño de experimentos ha permitido desarrollar un modelo matemático para calcular, a partir de las concentraciones de cada precursor, el tamaño de las nanopartículas sintetizadas, pudiendo seleccionarse unas condiciones de interés para generar nanopartículas de óxido de silicio de un tamaño concreto. Las nanopartículas obtenidas son susceptibles de aplicación en diversos campos tales como biomedicina, farmacia, catálisis, pigmentos, aislantes térmicos, sensores de humedad, separación y concentración de metales pesados, cerámicas y recubrimientos de vidrios ópticos, entre otros.

También se ha demostrado que es posible caracterizar las nanopartículas de óxido de silicio sintetizadas empleando la técnica de la Dispersión Dinámica de Luz como técnica de caracterización complementaria a la Microscopía Electrónica de Transmisión (más compleja y cara).